Grupo TLC

Interiorismo y Reformas integrales

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¿Te has comprado tu increíble ático con vistas al mar y a la primera DANA de turno tu techo parece un colador?

¿Sientes que podrías reproducir la mítica escena del coche de Titanic en los ventanales de tu cocina?

Tras mucho esfuerzo, ¿has montado tu despacho en un local comercial y las paredes de donde cuelgan tus títulos han comenzado a hincharse?

Estás ante los típicos problemas por humedades que puedes sufrir en tu vivienda o local. Desgraciadamente son muy comunes y, además de generar molestias estéticas y funcionales, pueden llegar a producir problemas de salud.

En el post de hoy, nuestra mascota Telecianito nos enseña a identificar los diferentes tipos de humedad que pueden existir, lo cual nos dará las claves para prevenirlos y solucionarlos, ya que cada tipo de humedad debe ser tratada de una forma específica:

 

CÓMO IDENTIFICAR LOS 3 TIPOS DE HUMEDADES EXISTENTES EN LA EDIFICACIÓN

 

 

 

 

Humedad por filtración

Comúnmente las humedades por filtración aparecen en zonas con impermeabilización deficiente o inexistente. La mayoría de las veces suele tratarse de agua procedente de precipitaciones o de riego de jardineras, aunque también puede deberse a una fuga en la instalación de agua, entre otros. El agua se abre paso, de esta forma, a través de forjados, fachadas, muros e incluso carpinterías exteriores.

Este tipo de humedad puede degradar los materiales que componen los cerramientos, produciendo el desprendimiento del revestimiento e incluso llegando a causar daños estructurales. Además, crea un ambiente húmedo dentro de la estancia afectada, donde puede llegar a crearse moho, lo cual puede generar problemas de salud.

Falso techo afectado por una humedad por filtración

 

Humedad por condensación

La humedad por condensación es la más común en viviendas. Suele estar provocada por el vapor de agua producido por la propia actividad diaria en el baño y la cocina. Esta humedad se produce por la deficiente o inexistente ventilación de las estancias afectadas.

Al no estar estas zonas bien ventiladas, el índice de humedad en el aire se eleva y, al entrar en contacto con las superficies frías, como pueden ser las paredes o el techo, se forman las gotas de agua. Este agua puede llegar a provocar el desprendimiento del revestimiento, así como producir moho.

Condensación en una ventana

 

Humedad por capilaridad

Por norma general, la humedad por capilaridad se produce en sótanos y plantas bajas. Se debe a la deficiente o inexistente impermeabilización entre la construcción y el terreno.

Al humedecerse el terreno, ya sea por la lluvia o por la presencia de un alto nivel freático, esta humedad asciende a través de los cimientos hasta llegar al pavimento y las zonas inferiores de las paredes de los sótanos, locales o viviendas en planta baja. Además, al provenir del terreno, este agua contiene minerales y sales que dejan manchas en los paramentos al evaporarse.

Este tipo de humedad puede generar, además de problemas estéticos, funcionales y de salud como en los demás casos, graves problemas estructurales al degradarse los materiales que forman la cimentación.

Pared afectada por humedad por capilaridad

 

Ahora que conoces los tres tipos de humedad que puedes encontrar en tu local o vivienda, podrás identificarlos. En TLC podemos ayudarte a diagnosticarlos y, además, solucionarlos y prevenirlos.

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